Tuesday 7 February 2012

¡A CITAR, MALDITOS!

Me he encontrado un documento sobre la importancia de las citas. Muy pertinente en algunas academias donde nos encantan las ideas de otros, pero muchas veces tenemos problemas para reconocer que no se nos han ocurrido primero a nosotros. Yo en ese aspecto sí prefiero la cultura  que agradece hasta por la sugerencia de ir a ver una película o leer un libro pertinente (es una delicia ver los pie de página, por ejemplo, de Judith Buttler). En fin, todo es cuestión de tiempo, pero se ve que somos muchos los preocupados, por aquello que a veces da tanto palo, pero que es necesario para construir un campo de conocimiento ético: reconocer los aportes y las ideas de otros.


Así que ¡A CITAR MALDITOS!!! :) :)



Eso sí, no estoy de acuerdo con que las citas secundarias deben evitarse - no sólo en el sentido que lo apunta el texto- sino que siempre me ha parecido un poco incorrecto encontrar una bibliografía valiosísima e ignorar al autor que me ha llevado a ella, porque es "fuente secundaria".

  El texto dice: "Una cita primaria se hace a partir de la obra original mientras que una cita secundaria se hace a través de la referencia de otro autor. Lógicamente, hay que huir de las citas secundarias (???) porque no responden a un examen directo del primer autor y son fuente continua de malentendidos y errores. En el caso de que sea necesaria, hay que dejar clara su naturaleza".

Creo que esas fuentes secundarias, además de tener el  mérito de llevarnos al original, el que obviamente deberíamos conocer antes de mencionarlo en un texto, nos dan una idea de la ruta del conocimiento que cada persona usa para hallar sus datos y construir sus teorías ¿no?.

Otra cosa, tampoco creo que los textos no publicados no deben citarse. Porque ¿qué es un texto no publicado? uno que al editor x no le ha parecido valioso, que no ha sido enviado a una editorial, uno del profesor que no tiene amigos en editoriales porque se la pasa escribiendo o simplemente de alguien que se ha demorado en subirlo a la red. Yo diría que si una idea es valiosa, más allá de lo que la academia acepte como canon, debes citarla. Quizás estás descubriendo un autor que merece que otros -esa comunidad científica que por x o y aún lo ignora- ponga los ojos en su obra. 

A continuación reproduzco fragmentos del texto anunciado, con indicaciones sencillas, pero interesante para la discusión que puede abrirse sobre qué, cuándo y a quien citar, una discusión que en última instancia se refiere a jerarquías del conocimiento: a la autoridad científica, vs. la democratización del saber... En fin, que no me enrollo. Está en este link:

Cómo citar en los trabajos científicos


 Recuperado de:  http://documentando.wikia.com/wiki/C%C3%B3mo_citar

Estos son los fragmentos de lo que me puso a escribir este post: 


"Una cita es una referencia explícita a un trabajo preexistente de otro autor del cual hemos usado ideas, datos o conclusiones de utilidad para desarrollar nuestro propio trabajo. Las citas a trabajos ajenos son lógicas ya que nuestro trabajo no se desarrolla de forma aislada e independiente del resto de la comunidad científica sino que debe apoyarse en lo ya hecho por otros".

"Un trabajo sin citas suele ser síntoma de dos cosas negativas:
  • el autor no conoce lo que el resto de la comunidad científica ha hecho en su tema de investigación; esto conlleva un riesgo cierto de repetir lo ya hecho y de resolver problemas que hace tiempo están ya solucionados.
  • el autor conoce lo que han hecho los demás pero se lo apropia y lo escribe como si fuera de desarrollo propio.
En el primer caso, el trabajo será probablemente de baja calidad ya que la figura del investigador competente y aislado informativamente del resto de la comunidad no existe. En el segundo caso se está cometiendo plagio, figura que puede ser perseguida legalmente y que, en el mejor de los casos, ocasiona el descrédito el investigador que lo realiza. Incluso desde un punto de vista personal, citar de forma juiciosa es beneficioso: una buena selección de citas garantiza al lector que se ha realizado una buena revisión del “estado del arte” en el tema tratado y lo coloca con un ánimo favorable ante el trabajo, cuestión especialmente importante en la publicación en revistas de calidad. 

Siempre que se tome un dato, una idea o cualquier otro tipo de información de un trabajo ajeno debe citarse la fuente. Esta conducta no sólo debe seguirse en la realización de tesis doctorales sino en cualquier otro trabajo científico o técnico como informes, apuntes de clase, artículos de revista, trabajos de asignaturas, etc.: todo trabajo de este tipo se debe en buena parte a una enorme cantidad de trabajo previo de otros autores y es honrado reconocer esto explícitamente. No hay que citarlo todo, existen ocasiones en las que la cita no debe hacerse. Esto es así cuando la argumentación es obvia o lo que se presenta ha pasado a formar parte de los conocimientos generales dentro de la especialidad".

Bueno, hasta aquí los fragmentos, CIERRO COMILLAS, y para terminar, no me refiero a no poder hablar con las propias palabras, pero sí a reconocer que nuestras palabras, muchas veces son también la suma de ideas de otros. Así, podremos diferenciar lo que estemos diciendo nosotros en realidad y entender cuáles son nuestras fortalezas y originalidades, pues no creo que la academia se trate sólo de tener las orejas y ojos bien abiertos a lo que otros nos aporten, para después olvidarnos de qué es y no nuestro y lo peor, no ser capaces de reconocer e identificar en qué punto está nuestro propio aporte. Ya se que a Borges quizás no le gustaría  mucho este texto pero... Algú ho havia de dir (que sí, que sí, que es una cita de Polonia, gracias TV3 :)

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