Wednesday 23 December 2009

Mujeres haciendo el phd

Una mujer matemática: ¡qué curioso!

SHELLY WISMATH
CATEDRÁTICA
DEPARTAMENTO DE MATEMÁTICAS
UNIVERSIDAD DE LETHBRIDGE
ALBERTA (CANADÁ)

02/06/00


Soy matemática y trabajo como investigadora en los campos del álgebra universal y la teoría de semigrupos. Desde 1987, doy clase en la Universidad de Lethbridge, una pequeña universidad en el Sur de la provincia de Alberta. Redactar este artículo constituye para mí una oportunidad para reflexionar acerca de mi carrera profesional y de cómo he llegado a donde estoy.

Mi progresión profesional podría describirse, creo yo, como "bastante típica" con respecto a la de otras mujeres científicas de mi generación: tuve unos comienzos lentos en los que no sabía qué quería hacer ni confiaba en que pudiese llegar a ser una buena académica; también padecía una falta general de confianza en mis propias habilidades, que se traducía en que no me atrevía a auto-denominarme matemática (me limitaba a describirme simplemente como "profesora"); tuve que luchar por un equilibrio necesario entre docencia e investigación, y entablar una lucha todavía más ardua para compaginar vida familiar y maternidad con un gran volumen de trabajo. Todas estas circunstancias vitales han hecho que haya germinado en mí un interés en ayudar a otras mujeres, y especialmente a otras matemáticas.

Una de los cauces importantes que he elegido para servir a otros es el tutelaje. A pesar de que no me siento muy cómoda dando consejos, sí que soy consciente de que soy un ejemplo a seguir, un modelo, para muchos de mis estudiantes, especialmente porque no hay ni ha habido nunca otras catedráticas en mi departamento. He sido asesora de alumnos de matemáticas desde hace ya muchos años y como tal, me he esforzado porque los estudiantes estuviesen siempre bien aconsejados en cuanto a asignaturas y salidas profesionales. He organizado por ejemplo, seminarios anuales sobre temas tales como "Selección de asignaturas para estudiantes de Matemáticas", "Cómo solicitar estudios de Tercer Ciclo y becas del NSERC" o "Cómo superar una asignatura de matemáticas de nivel avanzado". De manera especial, trato de asegurarme de que todas las estudiantes prometedoras reciban el asesoramiento e impulso que necesitan y que sepan cómo funciona el sistema.

También he trabajado para el Comité de Mujeres en el campo de las Matemáticas de la Sociedad Matemática Canadiense. Me incorporé a este comité en 1996 y hasta hace muy poco, y durante un periodo de tres años, fui presidenta del mismo. Entre nuestros proyectos cabría resaltar un directorio de matemáticas canadienses, con una página web para cada mujer, y un póster con los logros de las matemáticas canadienses dedicadas a la investigación. Mi trabajo en este comité me ha puesto en contacto con un considerable número de matemáticas, y en ellas he encontrado una gran fuente de apoyo además de un sentimiento arraigado de pertenencia a un grupo.

Cuando comencé mis estudios universitarios en la década de los setenta, no sabía muy bien qué hacer con mi vida. Sabía lo que no quería ser (profesora, secretaria o enfermera: las tres profesiones más comunes entre mujeres), pero aparte de eso, no tenía objetivos claros. Me decanté por las matemáticas por ser éste el campo de estudio que, en líneas generales, más me gustaba, pero tenía poca idea de las salidas profesionales a las que podría acceder una vez graduada, y desde luego nunca pensé, por aquel entonces, en que podría llegar a ser catedrática de matemáticas. Tras licenciarme en 1976, me casé, viajé por Europa durante seis meses y después me incorporé a una empresa, donde, durante varios años, me dediqué a aburridas tareas de tipo administrativo. Lo odiaba y sabía que, de aspirar a otro tipo de trabajo, debería volver a la universidad, pero no sabía si optar por una especialidad dentro del campo de las matemáticas, si formarme en otra área diferente, o si matricularme en un MBA.

Lo que consiguió que saliese de esta etapa de inercia fue un cambio de ciudad de residencia y de trabajo. Mi marido completó un Master en informática y le ofrecieron un puesto de profesor en la Universidad de Lethbridge para un curso académico. Resultó que también necesitaban a una profesora ayudante para el departamento de Matemáticas para ese mismo año, y me ofrecieron la plaza. Muy a mi sorpresa, descubrí que me encantaba la docencia... Animada por el jefe de departamento, decidí comenzar el doctorado. Mi marido también, pero en informática, y tras pensárnoslo mucho, nos trasladamos a Vancouver, donde él se matriculó en la Universidad de British Columbia y yo en la Simon Fraser University (SFU).

Por aquel entonces, no teníamos intención alguna de regresar a Lethbridge. Sin embargo, dos años más tarde, cuando yo ya estaba en posesión del título de Master, la Universidad de Lethbridge nos ofreció empleo a los dos. Ya estábamos lo suficientemente inmersos en el mundo académico como para darnos cuenta de lo difícil que es conseguir que una pareja pueda trabajar en el mismo sitio, así que decidimos aprovechar esta oportunidad. Hubo, no obstante, un precio a pagar. Mi marido estaba ya muy metido en el doctorado, pero todavía no lo había terminado, y le ofrecieron un puesto titular y la promesa de una excedencia en el futuro para poder completar su tesis. A mí me ofrecieron un puesto para un año, con vistas a permanencia, siempre y cuando obtuviese el título de Doctora. Hablé con mi supervisor de la SFU y me apoyó en mi decisión de pasar a ser estudiante pre-doctoral a tiempo parcial. De esta forma podría dar clase en Lethbridge de septiembre a abril y regresar a Vancouver los cuatro meses siguientes de primavera y verano para proseguir con mi investigación. Después de tres cursos académicos, solicitaría una excedencia de un año para finalizar la tesis.

No tenía ni idea de lo mucho que me costaría llevar a término mi plan. Era demasiado ingenua para saber lo dificilísimo que es ser estudiante predoctoral a tiempo parcial. Pasamos un periodo de tres años desplazándonos anualmente de Lethbridge a Vancouver, y viceversa, tras el cual me dediqué todo un curso (1986-87) de lleno a mi investigación. Finalmente, en 1988, redacté y defendí mi tesis. En retrospectiva, me doy cuenta de que me perdí muchas cosas haciendo el doctorado de este modo: falté a muchas asignaturas extra, no asistí a seminarios, ni salí con otros compañeros de curso. No disfruté, en definitiva, del ambiente estudiantil de postgrado. Por otra parte, nuestra apuesta tuvo su recompensa, y cuando nos doctoramos, tanto mi marido como yo teníamos trabajo, y en la misma institución, situación que muchos de nuestros amigos envidiaron.

Mi puesto, de todas formas, todavía era temporal, habiendo firmado un contrato de dos años (1988-90). En 1989, no obstante, mi plaza pasó a ser pre-titular. Tras años y años siendo estudiante a tiempo parcial y preocupándome de si habría o no recortes presupuestarios y de si sería o no recontratada cada curso, llegué, ¡por fin!, a un escalón medianamente estable en mi carrera profesional. Nos compramos una finca, tuvimos una hija (Alice, nacida en 1989) y nos preparamos para disfrutar de la vida. Obtuve la ansiada titularidad en 1992 y esta pasada primavera conseguí mi cátedra.

La Universidad de Lethbridge no hubiese sido, probablemente, el primer destino por el que nos hubiésemos decantado ni mi marido ni yo, si no fuese por el problema que teníamos de querer encontrar trabajo para los dos. No obstante, la universidad se portó siempre bien con nosotros y ahora nos sentimos muy a gusto aquí. La universidad es pequeña pero está creciendo (en la actualidad tiene unos 6500 estudiantes) y ofrece principalmente licenciaturas con un enfoque liberal. El departamento de matemáticas e informática también es pequeño y acogedor. Las clases tienen pocos alumnos y hay mucha interacción entre profesor y estudiante. Me encanta la enseñanza y he podido dar muchas asignaturas diferentes, unas quince en total, de matemáticas, estadística e incluso una de programación.

Tengo la suerte de haber alcanzado una etapa de mi trayectoria profesional en la que tengo altas cotas de libertad para elegir aquello en lo que quiero trabajar. Le doy mucho valor a mi carrera investigadora y, en este sentido, he podido disfrutar de dos periodos sabáticos (en el 2000-01 llegará el tercero). También he podido alcanzar un equilibrio entre docencia e investigación con el que me siento cómoda, y he tenido la oportunidad de participar en algunos proyectos pedagógicos no tradicionales. Por ejemplo, durante los últimos cinco años he impartido el curso Capstone, un seminario multidisciplinar para estudiantes de 3º y 4º curso orientado hacia el pensamiento crítico y la integración del conocimiento entre disciplinas.

Más recientemente, diseñé y puse en práctica un curso para estudiantes de Magisterio (Educación Primaria) que no se están especializando ni en ciencias ni en matemáticas, y que por lo tanto no tienen ninguna asignatura de matemáticas en su currículo académico, pero que acabarán teniendo que dar alguna clase de matemáticas en los colegios en los que finalmente enseñen. Esta iniciativa ha sido muy gratificante y tengo ganas de repetirla pronto.

Además de enseñar e investigar, he participado activamente en varios comités y áreas administrativas, algunas de las cuales directa o indirectamente relacionadas con mujeres. Siempre me ha preocupado el hecho de que haya tan pocas féminas, en conjunto, que optan por la carrera académica, en general, y por las matemáticas y otras ciencias en particular; y he aprendido que muchos de los problemas que creía que sólo me afectaban a mí son, de hecho, el común denominador de muchas de las mujeres que se dedican a mi disciplina.




http://nextwave.universia.net/mujeres-cientificas/MC8.htm

Saturday 28 November 2009

How to survive your PhD



I have found this link. It is a realistic vision that might be useful for everyone worry or stuck about how to start or to continue with their phd.

http://www.theory.org.uk/david/phdtips.htm

Thursday 26 November 2009

Address to Incoming Students, Across All Faculties

Things it would have been useful to have been told as a starting PhD student

http://blog.davidvalle.net/wp-content/uploads/2009/07/phd01.gif

If everyone likes your work, you can be certain that you haven’t done anything
important. Conflict goes with the territory -- that of changing how a profession
thinks and furthering what we know about our world. The pressures on PhD
students and young researchers are predominantly to conform, to fit it, to
accept fashionable ways of analyzing problems, and above all to please
senior professors and their own postgraduate peers. Unfortunately this is bad
for scientific progress. [This fact is perhaps the single most helpful thing I
have learned, and would pass on to any young researcher who wishes to
listen to advice, which I confess is very probably what I would not have done
when I happened to be in my twenties.]

The main difference between world-class researchers and sound researchers
is not intellect; it is energy, single-mindedness, more energy, and the ability to
withstand what will sometimes feel like never-ending disappointment,
tiredness and psychological pain. Tenacity is almost everything. [This is the
second key thing I have learned.]
Work on the assumption that your supervisor will contribute 1% of your PhD
and you will contribute 99%. Then you will probably only be slightly
disappointed.

Everyone is good at something, and poor at other things. Think that through a
bit about yourself. Try not to beat yourself up about the parts you are not so
great at. I know one ordinary, down-to-earth British man about my age who
initially was refused entry into university and became a lab technician
because could not pass French O level no matter how hard he tried. Things
turned out reasonably OK for him*. If necessary, you can team up eventually
in research with people with complementary skills.
Start writing journal articles, and submitting them to journals, as early as
possible. Do that while a PhD student.
Submit to the very best journals in the world, and accept the pain of rejection
letters. Keep on doing so.

Go to all the seminars you can, in all areas of your discipline. If you
concentrate narrowly at this age, after all, you have little chance of achieving
vision or a real education.

Aim for a balance between humility+open-mindnedness (80% perhaps) and
arrogance+sheer-self-belief (20%).

Try not to be dragged too much into whatever seems trendy this year. It
probably began 10 years ago in some research corridor on the other side of
the world and, at the absolute frontier, is already on its way out. The best
idea is to work on important, timeless, deep questions that most people have
not thought of or think are too hard. If people say to you “but nobody works
on Z”, then you may have a chance to be able to do something of lasting
value.

Listen to your supervisor, although not necessarily down to every decimal
point. But -- this only applies in rare cases -- try not to be exploited by your
supervisor.

Do not send long emails to your supervisor, especially ones where you are
subconsciously releasing your frustrations or looking for a bit of therapy. Go
and see him or her. Every email I get with more than 2 paragraphs, from
anyone, I basically don’t read.

You have extraordinary intellectual talent. Try never to forget that, even when
tempted. Work on what you believe in; it will help sustain you.

Best of luck. Andrew Oswald Professor of Economics
* a few years ago he got the Nobel Price in Medicine and Physiology

Thanks to Professor Andrew Oswald
Warwick University PhD Induction Day: Address to Incoming Students, Across
All Faculties in October 2009

Divertido si eres estudiante de doctorado

Las 10 mentiras del estudiante de doctorado
Publicado el 4 Octubre 2006 por goran. 2 Comments Tags: doctorado, estudiante, harvard_crimson.

10. No me molesta lo más mínimo que mi antiguo compañero del colegio mayor esté ganando ahora 80.000$ al año

9. Estaré encantado de leer tu artículo/capítulo/libro para corregir los fallos

8. Acabaré en tres años, cuatro como mucho

7. Nunca pienso salir con una estudiante

6. Tu último artículo fue toda una inspiración

5. He rechazado un montón de buenas ofertas de trabajo para estar aquí

4. Sólo tengo que leer un libro más y empiezo a escribir

3. Mis perspectivas de trabajo son excelentes

2. El departamento me está dando mucho apoyo

1. No, en serio, estaré fuera de aquí en menos de dos años

Probablemente no te haga gracia si no estudias/estudiaste para un doctorado, pero desde luego, es como la vida misma.

tomado de: www.thesmokesellers.com quien a su vez dice que lo ha sacado de The Harvard Crimson, el periódico editado por estudiantes de Harvard (just in case of any suspect of plagiarism!! :)

Sunday 8 November 2009

Apply to become a journalist at one of the world's top news organisations


From Times Online
October 29, 2009
Opportunities at The Times - the graduate trainee scheme
Apply to become a journalist at one of the world's top news organisations


The Times normally expects to take one or two trainees at the beginning of each September. Trainees are offered two-year contracts with the second year conditional on a satisfactory performance in the first.

The Times is looking for originality, intelligence and commitment. That commitment should be evident from experience in school, student or commercial journalism. We are looking for candidates with a love of newspapers who have ambitions to become writers and editors. Traineeships are open to new graduates and those who have completed post-graduate journalism courses. We welcome applicants with a degree in any subject and from all backgrounds.

If you do not have a formal training in shorthand, media law and other technical requirements, a course will be arranged by The Times during the first autumn. Trainees normally spend time as news reporters and after that spend a few months at a time in several other departments.

Salary c. £25,000

Applications Letter and CV plus cuttings of published work (e.g. articles for university magazines). Do not send more than five cuttings. CVs need not be more than two pages; briefest details of work experience will be enough. The number of applications always exceeds 200, so be aware that competition is fierce.

If you are interested, please write with a CV to the Managing Editor, David Chappell, The Times, 1 Pennington Street, London E98 1TT. Applications should arrive no later than the end of March 2010, the earlier in the new year, the better.